lunes, 19 de agosto de 2013

Etapa 2. Puente La Reina-Logroño.

   Segundo día de aventura, una vez descansados emprendemos camino, pero por poco tiempo ya que nos encontramos una pastelería, en la que desayunamos por tres euros y pico, los tres café con leche y pasteles. Y nos cantan los que agotan la noche de fiesta del día anterior en el pueblo. Una mañana curiosa. Seguimos y a poco de salir del pueblo ya nos encontramos con un repecho de los de hacer empujando la bici y con gotas de sudor como el puño. En este repecho nos adelanta nuestro amigo italiano, que va a pie, con una sonrisa, como andaba el tío. Cuando empezamos a llanear nos despedimos de él ya que no lo volveremos a ver en todo el camino. 
   Seguimos camino y nos encontramos un pueblo, que se llama Lorca lo que hace que recuerdes a nuestros vecinos en nuestra tierra. El camino nos lleva a la localidad de Estella por la que aprovecharemos para llenar de aire nuestras ruedas en una gasolinera cercana.


   Los monumentos que te encuentras son impresionantes y hacen que te acuerdes de llevar una buena cámara de fotos, pero con la bicicleta puede pillar algún golpe por lo que debes utilizar la de batalla. Aun así las imágenes son muy buenas y te hacen recordar. 

                       

   Nos encontramos con la sorpresa de la Fuente del Vino, fuente de la que mana vino, simplemente con abrir un pequeño grifo, hay que decir que el vino estaba bueno, y los cartelitos advertían que si te cargabas mucho te costaría seguir con el camino. El camino por estas zonas es bonito, no recuerdo pero creo que si, que ya hemos probado los tramos de calzada romana. Estos tramos en su día para los romanos serian una maravilla, pero ahora faltan piedras y en bicicleta parecen una carrera de obstáculos. Son una gran prueba de resistencia para los soportes de las alforjas, que a cada golpe parecen que se van a quedar en el suelo.
   También hay que decir que la gente te dice que hay tramos que no son para hacerlos en bicicleta, pero cuando los haces tampoco son tan difíciles, claro que si no quieres empujar bici no los hagas y ve por carretera.



Tras unos 75 km, llegaremos a Logroño, cruzando el Ebro, y nos encontraremos con el albergue municipal lleno, a la entrada a Logroño nos acompañan la pareja, creo que de San Sebastian, con la que hemos coincidido varias veces. Vamos otro albergue y cuando nos vamos a quedar nos dicen que nos cobran un euro mas por meter las bicicletas, por lo que optamos por ir a un albergue parroquial, dicho albergue es el Albergue de peregrinos Parroquia Santiago El Real. Aquí nos decían que dormiríamos en el suelo, pero hay unas colchonetas, muy cómodas, nos enseñan el albergue y nos cuentan el funcionamiento del mismo, muy amablemente nos llevan a un patio trasero donde dejamos las bicicletas, volvemos a la habitación con amplios ventanales que dejan pasar una agradable brisa y desde donde escuchamos las primeras lluvias que pillaremos. Los hospitaleros nos preparan una cena estupenda, en la que cenaremos en la compañía de los demás peregrinos, después de escuchar voluntariamente, una misa especial para el peregrino con la iglesia para nosotros solos y sentados en una especie de claustro. 
    Decir que el albergue es toda una sorpresa y que a partir de entonces, si es posible dormiremos en los albergues parroquiales. Son limpios, disponen de cocina, en este nos prepararon la cena, nos dejaron el desayuno, y todo ello pagando la voluntad que se destina para la cena de los peregrinos del día siguiente. 
   Para mas información y comentarios de la gente: http://caminodesantiago.consumer.es/albergue-parroquial-de-santiago



   

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